El último trabajo que he hecho ha sido "Mi pequeño pony". Se lo he regalado a mi sobrina por su cumpleaños, pero he de reconocer que lo he hecho más por mi que por ella. Vi un patrón en un blog que imitaba al juguete que nos acompañó a las niñas de los 80 y no me pude resistir.
Yo seguí el patrón de: amaanita.wordpress.com/2015/02/03/patron-amigurumi-mi-pequeno-pony/ ( pinchando en el enlace lo podréis ver)
Aunque he de deciros que le he hecho algunos cambios. Lo malo es que se los hice sobre la marcha y no los he apuntado. Es que cuando empiezo a tejer; tejo, tejo y tejo y cuando me vengo a dar cuenta cierro la labor y no he escrito ni una sola vuelta.
Empecé por la cabeza y el cuerpo, pero al llegar a las patas me parecieron muy grandes y decidí hacerles el diámetro más pequeño.
No sé si se aprecia bien porque aquí todavía no estaba cosido, sólo superpuesto sujetado con alfileres.
También cambié los ojos. Uní tres piezas de fieltro, bordando el contorno y una vez pegados a la cabeza le bordé las pestañas.
El pelo tampoco me convencía. No sabía que hacerle y un día en un taller al que asisto de costura, mis compañeras que tienen mucha experiencia en varias artesanías estaban hablando de unos ricitos que antiguamente se ponían en toallas o mantelerías y les pedí que me lo explicasen. Es muy fácil, sólo tenéis que hacer una cadeneta tan larga como necesitéis y en la vuelta de regreso tejéis el punto elegido (bajo, alto...) haciendo dos en cada punto de la cadeneta. Se irá rizando solo, y ya véis el resultado.
Después resultó que ya se había hecho, porque he visto varias fotos en internet, pero como ya me lo habían enseñado no tuve que buscar la técnica.
El morro tampoco es igual. Esta vez no fue porque no me hubiese gustado, sino porque por más que lo intentaba no me salía bien, así que fui a lo seguro y tejí en redondo.
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Y creo recordar que ya no cambié nada más. Ahí os dejo mis ideas y como digo siempre el límite está en la imaginación de cada uno. Besos y hasta la próxima.
