Cogí lana y aguja y tachán: huevo "al canto".
La parte de la gallina era un poco más complicada. Cogí el modelo de gallina que ya me había inventado y sólo tenía que buscar el mecanismo para meter al pollito y al huevo dentro, que no se notase y que fuese sencillo para una niña de 3 años, abrirlo y sacar todo.
Aquí entró en juego el siempre socorrido velcro.
He resaltado partes de la foto para que podáis apreciar el truco. Le hice una especie de doble fondo a la gallina. Rellené tan solo tres cuartas partes del muñeco y le puse una tapa. Después coloqué la base cosiendo sólo la mitad y aplicando velcro a la otra mitad.
Aunque aquí se vea feo en realidad no se notaba y una vez metido el pollito con el huevo aún menos.
Bueno, el "pego" lo daba...
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